Día miércoles 19/11/2011 me estaba subiendo al avión que nos llevaría a mí y a mi amiga a Bolivia, con destino final a España.

Comenzaba nuestro viaje tan esperado de “cuasi mochileras”.

Ese viaje de 40 días, me trajo muchos regalos internos que luego con el paso del tiempo van aumentando de valor.

A nuestra vuelta, yo no era la misma, algo en mí empezó a cambiar. En ese entonces tenía 26 años, estaba recibida de licenciada en administración de empresas y quería crecer profesionalmente. Sin embargo también anhelaba el encuentro con una pareja y finalmente formar una familia. No sabía como lo haría, solo lo deseaba.

En el año 2013, renuncié a un trabajo que no era para mí, invertí mis ahorros en un curso de coaching de liderazgo personal y aunque parezca un sueño el 20/01/2014 conseguí trabajo en una gran empresa multinacional. A veces parece mentira, pero doy fe que los sueños se hacen realidad. Apenas entré en ese trabajo, sabía que quería algo más que solo trabajar en una empresa. Me gustaba lo que había vivido desde el coaching y leía muchos libros de superación personal.

Ese mismo año conocí a quien hoy es mi pareja, padre de mis hijas, colega y socio, en un taller de constelaciones familiares. No, no, no fui en busca de pareja, solo la vida me abrió ese camino y lo elegí. Fui mamá un 21/09/2015, mientras cursaba mi formación como coach, hasta mi certificación en marzo del 2017. En junio de ese mismo año empecé la formación en constelaciones familiares sistémicas cuánticas y en el segundo año de la formación estaba embarazada y pregunté si había alguna dificultad que yo siguiera, y mi maestra, me sonrió y me dijo: “sanas tu y sanas a tu bebé“.

Más allá de las formaciones, lo que me llevó al desarrollo personal, fueron mis crisis existenciales que tuve desde mis 17 años, cuando mi mamá falleció. Ese hecho al ser inesperado, y tan joven, me animó a tomar el camino de la sanación, ya que observaba que en el amor no me iba bien, en la economía tampoco, que sentía un gran vacío y que pude hacerlo luego del viaje.

Cuando fui mamá, se me despertaron todas las emociones que durante mucho tiempo estaban dormidas, anestesiadas. Miedos, tristezas, Dolores, no conocerme a mí misma, hacer todo para caer bien a los demás. En ese momento apareció una pregunta que me hice, y fue ¿qué sentido tiene mi vida? Y ¿cómo quiero vivirla?

Ahora que lo escribo puedo decir: me emociona ver el camino transitado hasta aquí.

Así que esas preguntas me llevaron más y más adentro, y así fui haciendo mi camino día a día, hasta este momento que hoy dispongo de mis dones y talentos al servicio de cada mujer que se acerca diciéndome:

– me siento mal con mi vida
– quiero confiar en mí y crecer, potenciar mis capacidades y talentos
– quiero mejorar mis relaciones
– quiero encontrar pareja
– sueño con otro estilo de vida
– necesito reencontrarme a mí misma, luego de ser mamá me perdí.
– siento miedo a hacer cosas nuevas

Podría seguir, sin embargo, a cada persona que se acerca le digo que tienen sus propios recursos, y que mi trabajo es acompañarlas a mirarlos y darles espacio para que florezcan a su propio ritmo.

Trabajo especialmente con madres ya que entiendo el mundo emocional que hay detrás de ello y la importancia de sanar con mamá y papá.

Así es que hoy te ofrezco todo lo que voy integrando en mi vida para que tú puedas reconocerte, y saber priorizar en cada momento de tu vida, tomando decisiones que te llenen de energía y que encuentres lo que a tí te deja completa.